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Polémica sobre la diversidad en tecnología

Echando leña al fuego

Dorothy Counts, soportando las burlas de sus “compañeros” de secundaria

La polémica

La #bonilista del 11 de junio de 2017 nos recuerda que existe una sospechosa ausencia de mujeres en el sector de la tecnología. David hace una labor encomiable de dar visibilidad a este problema entre sus muchos seguidores. A continuación empiezan los puntos contenciosos:

No tengo ni idea de cómo atraer a más mujeres al mundo de la informática […].

Además dice moverse entre

los que creen que no hay que hacer mucho […] y los que, por el contrario, creen que la gravedad de la situación justifica la denuncia pública de cualquier gesto sospechoso de no apoyar más allá de la igualdad […].

Por fin recomienda a los lectores

esforzarse en reconocer lo positivo, en vez de criticar lo negativo.

En seguida empezó la polémica en Twitter. buenapava escribió un artículo muy recomendable donde criticaba que David no hubiera encontrado la información que buscaba para mejorar el sector, y que se moviera en medias tintas (lo que llama “equidistante”). Leed el post porque vale la pena.

Siendo esto internet, la discusión ha derivado rápidamente en polémica. Voy a intentar aportar mi granito de arena.

La comparativa

Yo reconozco que antes del post de @buenapava estaba un poco perdido sobre los problemas de la #bonilista. Además me ha costado digerir sus explicaciones, seguramente por estar algo más obtuso de lo normal. Para intentar entender mejor el punto de vista de “estas radicales”, voy a trasponer las actitudes que estamos tratando a un escenario mucho más evidente: el racismo en Estados Unidos.

Es un caso bastante más extremo que la diversidad en tecnología: al fin y al cabo las condiciones de vida de la población negra en Estados Unidos son realmente lamentables incluso hoy día, incluyendo cinco veces más encarcelación o vivir cinco años menos. Ojo, no es que las mujeres informáticas vivan la fiesta perenne: no sólo hay pocas, sino que esas valientes cobran menos, están peor valoradas y son peor tratadas sólo por el hecho de ser mujeres. Es cierto que no acaban en la cárcel o son asesinadas por la policía sólo por ser mujeres, pero muchas han sufrido un acoso brutal e incluso amenazas de muerte sólo por expresar su opinión. También hay mujeres que sufren abusos y hasta violaciones en el puesto de trabajo, que manda narices. Y ojo, en España también hay racismo, faltaría más, pero está bastante menos estudiado que en USA.

Vamos, que las situaciones y las injusticias causadas por ellas no son realmente comparables. Lo que nos interesa aquí son las posturas que adoptan los privilegiados, que son sorprendentemente parecidas. Poner la misma postura en un contexto diferente nos puede servir para hacer más evidente su posible validez.

Si no ves el problema racial o crees que el racismo está justificado entonces no creo que pueda ayudarte con este artículo; deja de leer y vuelve a tus cosas racistas. Para los demás, empecemos.

Actitudes

Podemos resumir las posiciones de la población blanca ante el racismo en unas pocas actitudes:

  • Los negros son inferiores y el racismo está justificado.
  • La culpa del racismo es de la población negra, que con su actitud lo perpetúa.
  • No hay ningún problema de racismo.
  • Los que buscan la igualdad son radicales.
  • Es verdad que hay un problema de racismo, pero no sé por qué.
  • No hay diferencias significativas entre negros y blancos. Hay una injusticia sistémica que hay que corregir.

¿Pensáis que hay relación entre el racismo y la falta de diversidad? Vamos a comparar estas posiciones y a trasponerlas a ver si aprendemos algo.

### Los negros son inferiores

Esta postura puede parecer extrema hoy día, pero era la más habitual hace sólo un par de generaciones.

Los negros son menos inteligentes que los blancos, y por eso está justificado que se les trate distinto.

Ojo, no hay que ser mala persona para tener esta opinión. Mi padre está convencido de que los negros son menos inteligentes que los blancos, pese a que reconoce que dos de las personas más inteligentes que ha conocido nunca eran negras. Pero hoy día por fortuna no es la más habitual.

¿Cómo se traspone esta postura a la falta de mujeres en tecnología?

Las mujeres son peores programadoras, y de ahí viene la falta de diversidad.

Una versión más moderna es que las mujeres pierden interés por la programación, obviando la larga lista de programadoras ilustres. De mi lista de héroes personales: Grace Hopper, Margaret Hamilton y la primera persona que programó un ordenador de la historia, Ada Lovelace Vamos a ver algunos ejemplos de este artículo de menéame:

No me voy a meter a discutir este argumento porque estamos en 2017 y la vida es corta. Dejaré que os lo explique Neil DeGrasse Tyson que tiene más gracia.

No hay racismo

Como el madrileño que no ve la contaminación, mucha gente se niega a ver los problemas.

No hay racismo generalizado.

¿Pasa lo mismo en nuestro sector? Of course, hay muchas variantes, por ejemplo de nuestra mina de oro:

La culpa la tienen ellos

Cuando hay cualquier injusticia es habitual culpar a los que la sufren.

Los negros perpetúan el racismo con sus actitudes.

Vamos a ver ahora el equivalente en nuestro sector:

Es responsabilidad de las mujeres acabar con la falta de diversidad.

Algunos ejemplos inspirados en la misma #bonilista:

  • las mujeres deben explicarse más,
  • no pueden usar un tono agresivo porque los hombres se retraen,
  • hay que reconocer lo positivo en lugar de criticar lo negativo.

¿No es más lógico que la responsabilidad de eliminar barreras recaiga en los que las levantaron? En primer lugar investigar en qué consisten, y a continuación ver cómo quitarlas de enmedio.

Valorar lo positivo

Vamos a centrarnos en ese último punto. Traspuesto al racismo, sería algo así como:

No hay que centrarse en lo negativo del racismo, sino en valorar los pasos positivos que vayan dando los blancos.

En nuestro caso, hermanos, no tenemos que denunciar a los compañeros de Dorothy Counts, sino alabar a las dos chicas que fueron amables con ella (aunque luego se echaron atrás por presión social).

Sería bonito que sólo con refuerzo positivo se pudieran cambiar las situaciones injustas, pero no ha funcionado nunca en la historia. Martin Luther King no consiguió la abolición del segregacionismo agradeciendo que les dejaran sentarse en los asientos intermedios del autobús, sino denunciando el racismo sistemático en múltiples marchas. Tal y como Mahatma Gandhi no consiguió la independencia alabando la libertad de cultivos, sino denunciando el impuesto a la sal.

El equivalente en nuestro sector lo encontramos nuevamente en la #bonilista:

La mejor manera de concienciar a la Comunidad y atraerla a nuestro lado es premiar cada pequeño paso que la acerque a la diversidad, en vez de castigar la lentitud con la que algunos recorren el camino.

Me temo que, o seguimos criticando las injusticias, los abusos y las microagresiones, o la situación no cambiará jamás.

Por qué será

Alguna gente no llega a vislumbrar la causa de los problemas.

Es verdad que hay un problema de racismo, pero no sé por qué.

No importan los antecedentes de esclavitud o segregación racial por ley; da igual que la población negra sufra acoso y violencia a manos de la policía; se les cobran más caras las hipotecas pero no sabemos por qué hay racismo.

¿Y la falta de diversidad en tecnología de dónde vendrá? En la #bonilista leemos:

Aunque el problema sea evidente, las causas y la solución del mismo no lo son tanto.

En realidad sólo hay que preguntar a las propias compañeras por qué creen que hay esa falta de diversidad. O, como muchas ya están un poco hartas de tener que explicarse, estar un poco atento a las noticias como las de acoso en Uber, acoso en GamerGate, abuso en Linux, sexismo en Google, discriminación en Microsoft, por poner algunos ejemplos notorios.

Aparecen múltiples causas tras una búsqueda en Google y una visita a la wikipedia. Hay poco más que decir.

Radicales

¿Qué pasa si uno no está convencido del todo de que haya un problema?

No hay que ser ni racista ni igualitario, sino buscar un término medio.

Esto me recuerda mucho a una mítica frase de Carmela Soprano, cuando habla de que le gustaría que Tony contara más con ella para los negocios:

No soy feminista, no quiero la igualdad, pero… ¡hombre!

En nuestro sector, la #bonilista nos proporciona un ejemplo de libro:

El sector bascula entre los que creen que no hay que hacer mucho porque “todo va más o menos bien” y la escasez de mujeres es un hecho coyuntural que se corregirá solo; y los que, por el contrario, creen que la gravedad de la situación justifica la denuncia pública de cualquier gesto sospechoso de no apoyar más allá de la igualdad, la absoluta e inmediata paridad de géneros, aunque eso ponga en la picota a gente que jamás haya tenido un comportamiento machista. Intentar moverse en la tierra de nadie que existe entre ambos extremos es complicado.

Esto es doblemente problemático. En primer lugar, no podemos tomar una posición equidistante de dos posiciones que no tienen nada que ver. Como dicen en este simpático pero NSFW vídeo, no podemos elegir una postura intermedia entre “fascista” y “pacifista”. Por mucho que David intente deslegitimizar la búsqueda de igualdad de oportunidades, es la única posición defendible en este debate.

Por otra parte, ¿hay de verdad gente que nunca ha tenido un comportamiento machista? Yo sé que tengo comportamientos machistas constantemente, y no es ninguna vergüenza: están insertados en nuestra cultura tan profundamente que salen sin querer. Cuando me doy cuenta, o cuando me los señalan, intento corregirlos y a otra cosa.

Igualdad real

En esta posición no buscamos compromiso.

No hay diferencias significativas entre negros y blancos. Hay una injusticia sistémica que hay que corregir.

La trasposición es inmediata. Como dijo más arriba Neil Tyson, una vez que desaparezcan las barreras que ponemos constantemente a las mujeres en nuestro sector veremos si las preferencias de unos y otros son relevantes. ¿Mi opinión? Durante mucho tiempo las profesiones de médico, abogado o matemático eran coto privado de los hombres, porque “las inclinaciones de las mujeres las llevaban a otras tareas”. Hoy las mujeres lo petan en esas carreras y en muchas otras, con aportaciones tan valiosas como las de sus compañeros. El reconocimiento tarda en llegar, pero si se persevera termina llegando.

Segregación racial

Para terminar, vamos a ver unas notas históricas sobre la segregación racial en Estados Unidos que duró hasta 1964, y que de facto todavía sigue vigente en muchos ámbitos.

Durante muchas décadas la población negra pasó de ser en su mayoría esclavos a ser siervos de sus antiguos amos, para después ser aislados en ghettos siempre en inferioridad frente a los blancos. Hoy día siguen teniendo condiciones de vida bastante peores: menos salario, menos esperanza de vida. En particular, su presencia en muchas empresas de tecnología es irrisoria: 1% en Google o Facebook, pese a constituir el 12% de la población.

Carolina del Norte, 1956

Un caso particularmente sangrante es el de Dorothy Counts, la joven negra que aparece en la foto que encabeza este artículo. Un par de años después del final oficial de la segregación en la educación en 1954, Dorothy y otros 39 estudiantes negros pidieron el traslado a un instituto para blancos. Tras un acoso brutal dejó el instituto a los cuatro días. He puesto la foto que menos revuelve el estómago, pero las hay peores.

¿Os pilla muy lejos el escenario? Igual esta foto os toca algo más la fibra.

Niña católica corriendo con su madre acompañada de la policía.

En 2001 varios estudiantes católicos sufrieron ataques y persecuciones por asistir al instituto de Holy Cross por parte de padres protestantes. Los ataques incluían ladrillos, globos de orina o bombas caseras. Esos unionistas que agredían a los católicos son los mismos que ahora quieren formar gobierno con Theresa May, por cierto.

Conclusión

Tras toda esta polémica veo claramente que la evolución es difícil. No podemos obligar a nadie a mirar hacia delante, pero podemos señalarles cuándo están mirando hacia atrás.

FAQ

A continuación las preguntas que igual os hacéis algunos.

¿Por qué te metes en esta guerra?

Es una cuestión de decencia humana básica. Tengo una hija y por supuesto quiero que el mundo en el que viva sea mejor que éste, pero también tengo madre, tías, amigas, compañeras, y en general lo hago por respeto a todas las mujeres que he conocido.

¿Es que te crees que vas a ligar más?

No creo que vaya a ligar más por ser más decente, voy a ligar lo mismo, que es cero porque ya tengo pareja estable.

¿Entonces qué ganas con todo esto?

Un mundo más acogedor para las mujeres, y en general para cualquier persona distinta de uno mismo, es un mundo más acogedor para todos.

¿Qué podemos hacer los hombres?

Para empezar, portarnos decentemente y no hacer nada de esto: acoso, discriminación y abuso. Para seguir, avintar a los demás cuando pongan incómodas a las mujeres que nos rodean. Y para terminar, aceptar que tenemos un problema y pedir la opinión de estas mujeres.

¿Y tú, no eres culpable de machismo, majete?

Sí, por supuesto. Constantemente y todos los días. Lo acepto, intento no repetirlo y sigo adelante. Es lo único que de verdad puede hacer que mejoremos.

Agradecimientos

Agradezco a david_bonilla haber iniciado el debate; a buenapava y a ladybenko sus explicaciones que para ellas deben ser muy cansinas; a la gente que me ha hecho sugerencias y críticas en público y en privado, y que me han servido para refinar este artículo; y a todas las compañeras que me han soportado y me han enseñado a ser mejor persona.

Publicado el 2017-06-14, modificado el 2017-06-17. ¿Comentarios, mejoras?

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